En tiempos en donde la perspectiva es a erradicar el papel (hojas, libros, diarios, etc, etc) de la vida del ser humano (lo cual parece lógico fundamentalmente porque antes nos estamos encargando de erradicar los árboles) estoy por recibir mi famoso papelito. Papelito que acredita y/o supone que me quemé las pestañas estudiando por el futuro de la educación de nuestros niños, por el futuro de los uruguayos y uruguayas... por el futuro...
Es tragicómico ver como (sobre todo nosotros los docentes) vivimos corriendo atrás de papelitos; amuletos mágicos que otorgan a sus poseedores las habilidades necesarias para ir subiendo en los peldaños de la "Carrera docente". Carrera en el sentido más violentamente competitivo del término.
Los profes nos la pasamos yendo a cursos, seminarios, charlas, simposios, mini carreras, encuentros, conferencias, etc, etc... pero, ¿para qué?
¿A quiénes vamos a escuchar? ¿conocemos algo de la vida y obra de estos maestros de la disertación? y más aun... ¿nos queda algo de todo aquello que vamos a ver? ¿lo interiorizamos? ¿lo aprehendemos?....
¿No será que justamente estamos haciendo eso que taaaanto recriminamos a nuestros propios estudiantes?
- ¡Profe, yo vengo al liceo porque me obligan!
Sin palabras...
